Docente Memorable (Mi Docente Memorable)

Docente Memorable

 
Estudiar en el colegio Inst. Padre Jose Vespignani Obra de Don Bosco, fue mi desvelo desde que terminé mi primaria.

El ambiente Salesiano me encantaba.

Un dia se presentó un profesor a la clase de Inglés. Era el profesor Abel Posadas. Con una corbata amarilla, un saco estilo sobretodo negro y un cigarrillo en la mano.

 

A la imagen de profesor que concebía en mi cabeza no era nada parecido. Transcurrieron los años y asi sus clases. Un profesor con una cultura de la lengua Inglesa muy pocas veces visto. La explicación fundamentada de tus temas, los ejercicios de verbos, las lecturas en frente, cada instante te hacia gozar la materia.

Lo mas sobresaliente es cuando en Ingles se daba un tema de la realidad que podía o no afectar mi adolescencia, era fascinante al tomarse esos minutos que para el siempre ¨eran minutos importantes¨ para hablarnos.

Esas charlas eran en castellano. Sus clases dinámicas, siempre pasaban dos o tres al pizarrón. Jamás se burlaba del alumno al no saber algo. Y tenia motivos para hacerlo !Nos hacia reir a todos.

Me fascinaba su manejo de grupo.

Sucedió un dia  que teníamos clase de Literatura. La primera.

Estábamos intrigados en saber quién iba a ser el profesor. Parados al costado de nuestros bancos la imagen de una persona se dejaba ver por el reflejo de la luz en la puerta. El silencio se logró. Esta persona se dio cuenta que su objetivo lo había logrado y entra. Era Abel Posadas.

El mismo profesor que nos daba Literatura e Ingles.

De mi, jamás había leído una novela. De una clase a la otra tuve que leer ¨El Ingles de los huesos¨. En la segunda clase pasó banco por banco preguntando cosas de interpretación de los libros leídos. Éramos 30 alumnos, donde cada uno leyó algo distinto. El sabía cada libro, autores, tramas, personajes secundarios, momentos históricos de cada novela. Inclusive mas de la mia que la había leído hacia dos días.

Nunca olvidare la clase ¨Coplas a la muerte de mi Padre¨, de Manrique.  Si fue casualidad que justo coincidió en la fecha en que perdí a mi padre, sigo insistiendo hasta hoy que preparó esa clase pensando en mi. Y peco de egoísta. Pero es asi.  Cada verso en esas coplas eran señales de aliento constante a la no desazón, angustia que produce la muerte de un ser querido.

Abel Posadas conocía de nuestra familia y cada actitud nuestra. Nos impulsó a leer diarios, para saber de la realidad y lo que pasa.  Hoy creo, y será hoy asi?, que el Pagina 12 con el que siempre debajo del brazo andaba lo tenia arraigado como un lunar.

Si existe un docente perfecto, fue él. Que me importa si fumaba en clase. Ese acto es tan insignificante frente a la inmensidad de su conocimiento, forma de trasmitirlo y amor.

 

Amor, palabra que deje para el final. Amor por su profesión, porque eso es todo.

Nunca supe mas de el después de mi secundaria. Lo he buscado y pregunte por colegios salesianos por el. Se que esta bien, que sigue dando clases y me da envidia esos alumnos que lo podrán escuchar.

De todos modos tengo una abrazo grande que es solo para él. Se que se lo daré algún dia. Acto seguido un…gracias.